- Bienvenidos a mi mundo, tomen asiento sin pensar, no busquen un orden, ni se junten, no busquen estructura alguna ni sentido, pues esto será algo individual. Cada cual irá a lo suyo, y creerá en lo que verá, porque no es lo mismo estar presente a que te lo cuente un servidor sin más; afortunados los que en su dicha mi reino conocerán, pues aún siendo bienvenidos no todos aptos serán de entrar.
Sin más preámbulos me digno a expresar, lo que sin duda quiere decir este pequeño gran cantar, que da por titulo mi reino, Reino de los Sin Corazones se ha de llamar; pues ni más desconozco yo de él que ustedes, y aún así les quiero yo explicar, tal belleza jamas vista, tal pesadilla en igualdad.
Todo llega, paciencia debéis tener, pues esta historia que servidor os cuenta, muy rica en detalles es, falta en fallos o en errores, mas intrusos no cabe haber; pues bienvenidos todos los que quieran son.
Y ahora pues, sin mas dilación, todos cómodos, bien callados, pues empieza mi función...
Qué decir, perdido en Wonderland, tocando un violín sin cuerdas, un 6 siempre en la cabeza y un As de Picas en el cuello, para recordarme que no debo mirar nunca atrás. Si tuviera alas nadie me vería jamás pisar el suelo. Solo una mente perdida y un corazón alterado. In Crescendo.
viernes, 14 de diciembre de 2012
No hay señal...
- No hay señal, ni vida, ni ser,
ni tan solo un leve pensamiento en mi cabeza;
no hay corazón, no hay papel, ni tinta sobre la pared,
es mi locura, mi falta de cordura y a su vez, mi insensatez.
- No hay señal ni sentimientos, de ello a que me estoy muriendo,
encerrado, encarcelado, entre rejas, bajo custodia de un cuervo,
cuervo encantado, plateado, marginado, que solo vigila;
pues caminando el camino, de lado a lado, sin pausas ni respiros, va acabando conmigo.
- Aparece, se esconde y florece;
en el balcón había una flor, no hay color, no hay olor,
no puedo tocarla, ni verla, ni pensarla,
rozarla mi anhelo, y cogerla no puedo, mas el cuervo vigila la salida.
- A lo lejos se olle un cascabel y huele a miel,
lo oscuro ahora es gris, se distingue un pequeño lazo añil,
el cuervo se echo a reír, y en el camino lo pude evadir,
ya escapé de mi prisión, todo es de otro color, y mi flor todavía sigue en su balcón.
ni tan solo un leve pensamiento en mi cabeza;
no hay corazón, no hay papel, ni tinta sobre la pared,
es mi locura, mi falta de cordura y a su vez, mi insensatez.
- No hay señal ni sentimientos, de ello a que me estoy muriendo,
encerrado, encarcelado, entre rejas, bajo custodia de un cuervo,
cuervo encantado, plateado, marginado, que solo vigila;
pues caminando el camino, de lado a lado, sin pausas ni respiros, va acabando conmigo.
- Aparece, se esconde y florece;
en el balcón había una flor, no hay color, no hay olor,
no puedo tocarla, ni verla, ni pensarla,
rozarla mi anhelo, y cogerla no puedo, mas el cuervo vigila la salida.
- A lo lejos se olle un cascabel y huele a miel,
lo oscuro ahora es gris, se distingue un pequeño lazo añil,
el cuervo se echo a reír, y en el camino lo pude evadir,
ya escapé de mi prisión, todo es de otro color, y mi flor todavía sigue en su balcón.
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