- Tal vez hoy no esté especialmente inspirado, tal vez hoy solo relleno una página que creí ver en blanco. Es áspero, amargo y a la vez cautivador, ves una hoja vacía y ya sientes el impulso de tener que decorarla, como si estuviera en ti el deber de acabar con su pureza, de romper toda su esencia. Llevas en ti el poder de acabar con todo, de manipular tu entorno, de acabar con aquello que una vez fue, y hoy ya no es nada. No te sientes impotente hacia las cosas que destruyes, o quizás si, quizás solo las deformes por miedo a estas, tal vez solo actúes de manera ruin y despreciable tan solo por supervivencia, la "Ley del más fuerte", la "Ley de los señores". Aquí tu eres Ley, es tu Mundo, tu decides, tu voluntad es todo aquello que rige allá donde alcanza tu vista, siquiera paras a pensar en un por qué, siquiera ves el Caos que tu mismo has creado, quizás no con tu manos, mas es seguro que tu cabeza lo inventó todo. Te piensas Rey, te piensas Dios, creador, dueño y señor de todo cuanto hay, tus ansias no tienen limite, tu paladar no encuentra placer alguno, y tu sed la sangre que derramas a tu paso, sangre que jamas han vertido tus manos, carmín que desprendieron las damas de la noche bajo la luz de una gran vela en el cielo estrellado, sin público para admirarlas, solo una multitud de piedras clavadas en el suelo, grandes piedras con inscripciones, con nombres que jamas recordarás, o al menos tu no.
Pasa el tiempo, crees que avanza todo y no es así, piensas que todo se ha olvidado y no es así. Ya no muestras la elegancia en tus obras, la clase en cada partitura de silencios y sollozos, de gritos ahogados en el frío llanto de los sauces de tu jardín. Te escondes de la luz que un día te hizo libre, que un día te hizo Rey de tu Reino, te refugias en los libros que antaño leías, buscando una salida, una razón de tu existir mediocre, y no la encuentras. Has nacido solo Señor de la Noche, has nacido solo Bastardo, hijo de Lilith, único inmortal entre mortales, has nacido y no puedes perecer, no puedes dejar un pasado que no es tuyo, y por tuyo no es nada, mas ahora ya no hay vuelta atrás, eres leyenda, eres mito, eres saber de las almas perdidas en ti, ni amor hay ya en un cuerpo tan vacío.
Qué decir, perdido en Wonderland, tocando un violín sin cuerdas, un 6 siempre en la cabeza y un As de Picas en el cuello, para recordarme que no debo mirar nunca atrás. Si tuviera alas nadie me vería jamás pisar el suelo. Solo una mente perdida y un corazón alterado. In Crescendo.
miércoles, 23 de julio de 2014
El Señor de la Noche.
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