sábado, 8 de marzo de 2014

Volviendo.

- Hoy me siento aquí, en mi cuarto, en mi cama, y todo sigue como entonces, nada cambia, y yo sigo aquí. Me siento imbécil de mente y débil de corazón, quiero cambiar y se que nada cambiará, a la vez veo todo en proceso de cambio y no concibo la idea de que pueda pasarme a mi.
Cuando miro ahí fuera, todo sigue igual, todos continúan sus vidas como si nada importara, mas a mi todo me importa ya, y ojalá no fuera así, pienso, pero miento al querer desistir, y me siento atado a todo, me siento terriblemente inútil, mi autoestima roza el límite de la nada y el todo, y se enfrentan cual colosales Titanes en pos de una gran guerra, mas yo sigo soñando solo aquí. Duermo, despierto, y todo acaba volviendo a ser como lo dejé: trágico, borroso, confuso, y perdido de amor...

Mientras...

- No se que es lo que estoy haciendo, el tiempo pasa, yo paso igual que él por mi vida, y todo cambia. Paso vigilando el paisaje, observo, todo cambia, yo me pierdo.
A mi lado se van rompiendo los espejos, los frágiles cristales se pulverizan ante mí, y yo tan solo miro, alelado, perplejo, como se destruyen. Los esquemas que un día hice se emborronan delante mia, yo no pienso en ello, no puedo ni intento siquiera leer alguno de ellos, no me bastan ya. Piso fuerte, con mis pies descalzos de humanidad y me corto, me atraviesan los restos de todo ese desorden, sangro, pero no me quejo, no me oyen al pasar. Las sombras se me acumulan en un vaso de vino, pero yo no bebo, se desborda y va cayendo, cae, mancha el suelo, y todo continúa en un perfecto desperdicio. Compruebo el tiempo en un reloj de Sol, el espacio en una brujula imantada por dos polos opuestos, y mi vida en ese espejo roto en el que me peino. Mi mente se va perdiendo, se desvirtualiza, se apaga, va inventando formas, materia, y esencia. Ya no puede, ya no regresa al Ser, no encuentra el camino de vuelta, dónde todo empezó siendo él, en ese mundo en su mente, siendo pues, Erase una vez...

sábado, 1 de marzo de 2014

¿Qué decirte?

- Qué decirte, por si andas escuchando, observando; qué decirte, por si aún esperas mosqueada, sentada sola en aquel banco del parque, esperando ese beso otra vez.
Te estás volviendo fuerte, o te estás haciendo cada vez más débil, te alegras de olvidar el pasado, o simplemente te escondes para que no te pille, como aquél que juega solo al escondite, como quien no quiere aceptar lo que lleva cargando toda una vida. Qué quieres que te diga si verte hace daño hasta al más fuerte, como si de mi cuerpo entero surgiera un inmenso "Talón de Aquiles", y protegerte fuera un motivo para condenarme a la hoguera por brujería, por loco.
Qué quieres que te diga ahora, que toco un violín azul de tres cuerdas, que me despojé de todo propósito egoísta de tenerte, que llevo un As de Picas en el cuello, para recordarme que no debo mirar atras por nada...