- Hoy me siento aquí, en mi cuarto, en mi cama, y todo sigue como entonces, nada cambia, y yo sigo aquí. Me siento imbécil de mente y débil de corazón, quiero cambiar y se que nada cambiará, a la vez veo todo en proceso de cambio y no concibo la idea de que pueda pasarme a mi.
Cuando miro ahí fuera, todo sigue igual, todos continúan sus vidas como si nada importara, mas a mi todo me importa ya, y ojalá no fuera así, pienso, pero miento al querer desistir, y me siento atado a todo, me siento terriblemente inútil, mi autoestima roza el límite de la nada y el todo, y se enfrentan cual colosales Titanes en pos de una gran guerra, mas yo sigo soñando solo aquí. Duermo, despierto, y todo acaba volviendo a ser como lo dejé: trágico, borroso, confuso, y perdido de amor...
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