miércoles, 24 de diciembre de 2014

Ilusiones.

Ilusión, a dónde te has ido, por qué nunca puedes permanecer a mi lado, por qué decoras de blanco mis paredes, dejando a bicolor vacío todo a mi alrededor.
No es mucho pedir que te quedes conmigo, ¿no? Que no solo aparezcas y te vayas, que no te escurras entre mis dedos manchando mis sabanas de un interminable olor a olvido. Ella duerme siempre a mi lado, me acompaña en cada sueño que dejo aparcado en mi cama con la esperanza de que al despertar se quede ahí, que al volver cada noche permanezca ahí, pero ella desaparece.
Marchitas cada paso seguro que doy, y no son invenciones de un adolescente enamorado, simplemente he perdido todo aquello que una vez hizo palpitar este corazón, ocasionando graves accidentes geograficos, lanzandome a un mar de desesperación, de desilusión tal vez, y todo por no poder conservar ese momento juntos.
Una vez soñé contigo, de placeres forré mi piel y al contacto con la tuya se hizo fuego, quemó la primera vez, la segunda prendió, y al arder la tercera comprendí que no podía suceder una cuarta, lo nuestro se acabó, se hizo recuerdo y nada más. Desde aquel entonces, ilusión, no me digas que vuelva a cubrir mis espejos con corazones de vapor, que vuelva a cantarle a los días, que las flores ya se cansaron de que las arrancara de raíz, para luego suavemente una por una quitarle petalos al sonido del tambor; corazón, te estas dejando ir demasiado, hazme caso de una vez, te estas rompiendo tu solo, quedandote en pedazos, muriendote en un cuerpo sin razón.

Caprichos de estantería.

Son de esas cosas que se piden por pedir,
o tal vez que se regalan por regalar.
Son de esas cosas que deseas sin pensar,
que usas al momento para luego guardarlas,
que valoras unos segundos, su belleza, su cualidad, no más.
Son unas risas, unas lágrimas, un "te quiero",
son un "me acuerdo de ti", "te echo de menos",
un "adiós", incluso un "he vuelto".
Algunos esconden en si sentimientos de amor, pasiones,
otros un perdón, la culpa, una intención,
mientras los que yo digo son mera decoración, formalidad, interpretación.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Tiempos de pasar.

Yo me río en la cara del tiempo,
me río en el tic toc,
me río por cada momento que me pierdo,
dormido tranquilo en el sillón.
Yo me río porque de no reírme no cabria en mí,
me río por no llorar de agotamiento,
me río una y mil veces en la cara del tiempo que perdí,
que pasa sin parar, sin preguntar, sin susurrar si es bienvenido o inoportuno,
el caso es que no deja nunca de pasar, de colarse quizás entre mis dedos,
entre mis arrugas y mi ceño fruncido,
entre las canas imaginarias de mi pelo castaño aún.
Tiempo, ¿Qué es lo que quieres de mí?
llevate pasajero, de paseo al orgullo,
que se quiere quedar atrás;
llevate también al pequeño, pirata de mis sueños,
que no hace más que llevarme de batallas a la mar;
llevate al callejero, perro viajero,
de aquellos lugares aún sin explorar.
Y así de madrugada poder ver de nuevo atardeceres,
y así a media noche poder escuchar cantar al ruiseñor,
tocando unas cuerdas al aire y cantando unas letras mudas,
como brisa de primavera en una invernal laguna.
Si no tienes paciencia conmigo,
quiero que quites de mi camino,
a cuantos mi corazón pueda amar,
y así cuando llegue mi juicio final,
¡Oh, tiempo! ¿Cuándo me vas a llevar?


domingo, 14 de diciembre de 2014

Nota de recuerdo.

Hoy te lo dedico a tí, como tantas otras veces, para que no te olvides de mí. Te dedico de nuevo estas letras, como muchas otras, para sacarte una sonrisa eterna, como aquello que siempre escribes, como aquello que nunca dices. Y como muchas otras cosas, para no quedar tan solo en el recuerdo y poder estar contigo como lo estoy ahora. Para no tener que pedirte a cada hora que sueñes tranquila, que yo te cuido. Y sin embargo estoy aquí, pidiendote que me prestes atención, que no te lo voy a volver a repetir, o quizás sí, qué decepción.

Eres una persona singular, no sé, eres una persona y no dos, aunque a veces se te podría poner perfectamente en plural. Eres pequeña como bien dije en su día (ayer mismo, creo), pero para que repetirme, lee lo otro primero. (...) Supongo que ya lo habrás leido, aunque conociendote ni caso, habrás seguido. Eres cabezona, para qué mentirte, si a veces parece que nada se te resiste, y no es así, prefieres caerte a arrepentirte. Guardas silencio, no, eso mismo no es tu don, mas debe correr el que en silencio te escuche, no vaya a ser que con él te enfurruñes. Que seguir diciendo a todo esto, eres mujer de pocas palabras y muchos gestos, aunque no lo pudiera parecer, más vale a veces darte un beso que escucharte una y otra vez. No me rio de tus bromas, a veces chulas, a veces toscas, mas cuando le das a la botella, salvese quien pueda, es mejor echarte a dormir, que verte una y otra vez cantar y reir, Dios, no hay quien pueda descansar junto a tí.

Una vez dicho todo esto, lo repito y lo confieso, y lo juro siempre en exceso: No hay vida mejor que vivirla contigo, unas risas, unos enfados, pero cariño, siempre me pasa de todo, de nuevo, contigo.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Solo sé, que no lo sé con exactitud.

Existía en un mundo indiferente, en un espejo, en su anverso de cristal. Esperaba paciente a que me vieras, y sí, sé que ahí estabas después de todo, frente a mí.
No creí llegar a conocerte, no creí que te pudiera llegar a conocer como te conozco ahora. Eres grande, aun siendo bastante pequeña, a tamaño real te describiría yo; eres valiente de enfrentarte a las personas, carismática a la hora de tratar con las masas, dispuesta siempre que se necesita de tí. Todo cuanto sé de ello me abruma ahora, pienso que debí haberte conocido antes, quizás en mis sueños, a veces trato de no creer que fue en mis pesadillas, y me escondo de la vergüenza de sentirte como si estuvieras aquí a mi lado.

Lo que sienta o no qué importa ahora, aún me queda mucho por aprender de tí, de nosotros, o tal vez de lo que no llegamos a ser nunca, aquello que siempre está a medias, como deseando culminar, quizás en nuestro olvido, tal vez en el eterno recuerdo, o puede incluso que en nuestro día a día.
Tras escribir esto me siento más animado, no sé por qué, ¿Realmente te puedo querer tanto? ¿Realmente puedo decir que no estoy de nuevo soñando?
Solo sé, que no lo sé con exactitud.

Consigo mantenerme a flote y sin rumbo, pues igualmente me encuentro más estable así, vagando sin sentido, a perderme de nuevo en tí. Encontrarme debería ser tu tarea, me pierdes tu, ¿No pensarías a caso que también me tocaría encontrarme a mí?
No intentas descentrarme, no intentas manipularme cual maniquí, pero y qué, de vuelta sigo siendo tu muñeco, no menos que un Pinocho, no más que un Cascanueces. Y aquí estoy ahora, sentado esperando yo por tí, es seguro que no vengas, siquiera te he llamado, pero y qué, sigo siendo un exclavo, a medias siempre, de tí.

Half of my heart.

Con la mitad de mi corazón,
hoy me siento amigo imaginario,
con tan solo la mitad de un corazón,
me siento contigo un ser extraño.
Caí de nuevo a tus encantos,
que desgracia, que desilusión,
caí rendido de nuevo a sus encantos,
mi horrible mar de perdición.
Buscandote me perdí, sí, buscandote,
con la mitad de mi alma,
y hoy yace dormido en silencio, sí, yace,
mi eterno amanecer de desgracia.
Consumido por el tiempo estoy,
mis más sinceras disculpas al amor,
no creo ser tan fuerte,
con tan solo la mitad de mi razón.
Dormido estoy en tu mentira,
viviendo sueño a veces de tu verdad,
con la mitad de mi soledad partida,
y con la otra mitad vendida, quizás.
Sincero contigo no me siento,
con tan solo una mitad de mis sentimientos,
con tanto vacío escondido en mi cuerpo,
no me encuentro, no te encuentro.
Mis noches de pasión se amontonan,
mas no puedo con tan solo la mitad de una historia,
donde a ratos largos te quiero siempre conmigo,
donde a ratos cortos olvido que alguna vez te he querido.


viernes, 28 de noviembre de 2014

Ilusión entre estrellas y satélites.

Y vivir sin ese Sol, ¿Qué conllevaría?, a veces pienso que solo la amarga esencia de un recuerdo en los brazos de otra persona. Me sentí caballero por unos segundos, luego descendí de mi gloria y tomé consciencia, solo soy un gato de tantos. Una vez más me vi rodeado de tu aroma, paré un momento a contemplar si aquella imagen era real, si tu estabas ahí, quitándole el sentido que yo le daba a las cosas más comunes y vanas, como cuando creces y descubres que todas las ilusiones que llevabas de la mano no eran más que meros cuentos para niños.
Como de costumbre jugueteas con mis ganas, me provocas en exceso aún sin querer apreciar la reacción que ello produce en mi, y me arrancas un gemido del silencio, destrozando así todos los sentidos de mi cuerpo, me dejas en paro y sin querer, me dejas.

Conozco bien aquello que me haces pensar, sé de tus manías por tenerlo todo bajo control, siendo todo un mismo caos y a partes iguales, tu y yo. Se quedan mudas mis palabras, y hoy por fin puedo decir que escribo algo con lucidez, hecho para que me entiendas, hecho para hacerte creer. No puedo llegar a comprender tus cabezonerías, y aún así las conozco demasiado bien; no es mejor pensar en qué puedo, o qué es lo que no debo hacer. De todos modos tu sigues sin comprender lo que te digo, haces notar tus dudas con una mueca en la cara y un acercamiento, como si por estar más cerca de mi fueras a entender mejor aquello que te digo y tus quejas hicieran en mi una magia tal que hasta el más simple se volviera un erudito, pierdes todo resquicio de paciencia.
Me sigo sintiendo torpe igualmente, ¿No crees?, si tu te sientes desordenada imagina estas páginas del revés, crea una ilusión pasajera de mi, donde solo soy lo que ves y oyes, y tu creatividad no surte efecto a la hora de encontrarte con mi recuerdo. Lo que siento es algo que viene y va, que se debilita y se hace más fuerte a ratos, siempre a ratos, no sé por qué mi corazón no palpita dos veces siguiendo un mismo ritmo, ni por ti, ni por el alma que habita este cuerpo, y sin embargo nunca queda en silencio.
Me destrozas las ilusiones, me desarmas todo argumento de ser o no ser, se me anudan en la garganta las palabras, haciendo de estas una maraña de sin sentidos, de versos estéticos carentes de sustancia que los mantenga a flote, y aún así para mi siguen teniendo su razón de existir.

Controlo mi tiempo con un reloj de arena, no sé por qué, se marchitó la idea de seguir esperando por alguien más, busco consuelo en mis propias falacias y escribo quizás para alguien en mi imaginación, alguien que quizás seas tu. He de decir, siento un pánico práctico al verte, al mantenerme a ciegas en un mismo espacio contigo, al intentar controlar la respiración y sin quererlo seguirte el ritmo, como si pudiera mantenerme así indiferente, invisible a tu lado, y quedarme eternamente así, sin resultar una molestia constante a los oídos y dejándolos así evadirse del ruido de la calle. Mantengo ese pánico escondido, lo dejo estar en uno de los muchos cajones donde guardo mis miedos, manteniendo la distancia con los nervios y el deseo, evitando la provocación que ello supone para mi cabeza; que esta se alce en su gloria proponiendo así la dimisión de todo control, de ese caballo blanco de los antiguos filósofos, siendo yo así el auriga de un carro directo a nuestra perdición.

Es ahora pues cuando paro y reflexiono, ¿No es mejor darle a la Luna un hueco también en mis noches?, la respuesta es siempre la misma: cortejo un sin fin de estrellas en un cielo donde rige un satélite de grandes dimensiones, donde se puede soñar, mantenerse despierto y a la vez pensar que estás sumido en el más dulce de los sueños, cavar tu propia tumba en uno de sus inmensos cráteres y ser feliz, porque al fin y al cabo todos hemos sido ese Principito que bajó de su hogar para poder ver más, sí, quedandose al final para no volver, creciendo, y destruyendo todas esas ilusiones que atesoró una vez, ilusiones que yo por desgracia ya he perdido.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Breve representación de una estructura caótica.

- Cómo comenzar ahora, este resulta ser uno de los pocos momentos más críticos de mi vida, cuando me digno a escribir algo en estas hojas. Bien, creo que se empezaba con un "Erase una vez...", o algo así; también, quizás debería buscar protagonista a estas líneas, algo tal como un "Hermoso Príncipe" o tal vez un "Joven aprendiz de Mago", pero no, por esta vez habrá que conformarse conmigo mismo, "El Payaso de Circo". Por qué escribir esto, tan solo me falta una razón para completar esta representación, y puede que no la tenga, simplemente el hecho de querer sacar todo lo que tengo en mi cabeza, todo aquello que no quiero tener, poseer, y que sin duda alguna me pertenece. Una vez dicho todo esto, empecemos pues este sin sentido.

Se me olvidó de golpe todo lo que quería contar, se me fueron las ideas por pensarlas tanto, y de repente me puse a escribirlas, reinventarlas mejor dicho.
Cómo decir todo lo que pienso, aquello que no paro de sentir, que está ahí, y no logro hallar la manera de deshacerme de ello. Necesito expresarme continuamente, y lo peor es que nunca logro hacerlo, nunca consigo salir de ese bucle repetitivo de sentir que no me entienden, que no me comprenden, que no sienten lo que yo al mirarme en el espejo, al verme tan idiota, tan vacío, y tan solo. Es entonces cuando me embarco en la búsqueda de aquella persona capaz de comprender todo lo que de mi sale, de aceptarlo, y de seguir a mi lado, esa persona que todos queremos, y a la que nunca terminamos encontrando; confesar ahora que puedo, por mi aún corta vida han pasado muchas personas, de todo tipo, tan diferentes y con tantas cosas en común, pero aún así, ninguna que llegara a poder comprenderme en mis escritos.

Al principio no te importa estar solo, eres un crío, y no sabes lo suficiente de la vida como para darle lecciones a nadie, te paseas como si realmente fueras algo, obviando, que para el resto no lo eres, pero eso a ti aún te da igual. Empiezas a conocer personas, estas pasan cada día por tu lado, pero nunca se te acercan, les es indiferente tu presencia, y eso no para de hacer eco en ti, poco a poco acaba importándote, empiezas a odiar esa lastima en sus miradas al verte, y es cuando cedes a toda esa presión.
Conoces a diversas personas que como tu no han podido soportar esas presiones sociales, vas aprendiendo de ellas, poco a poco sabes como son, las comprendes, pero para tu sorpresa ellas a ti no, y te frustras, pero a medida que pasa el tiempo lo vas aceptando, simplemente lo olvidas. Una vez olvidado conoces a alguien, una persona que para ti tiene todo, y mucho más, o al menos eso crees, te aferras a ella como si de un tesoro se tratara, como si realmente fuera la persona que desde un principio esperabas tener a tu lado, y tan inocente continuas la función.
Podría comparar pues, con el muerto de sed en el desierto, sed y calor, vagando solo por la arena, desesperado por encontrar a alguien, y saciar su sed, pero no es así; poco a poco va pasando de un estado de cansancio a la más pura de las locuras, comienza a delirar, y es cuando aparece ese espejismo, ese oasis de agua clara, pura, deliciosa. Comienza a beber sin importarle nada, sin pararse siquiera a pensar, a distinguir la realidad, el sabor es horrible pero tiene sed, e incansablemente sigue bebiendo y su sed nunca termina de saciarse, y continua así, en un intento absurdo de obviar que realmente se encuentra solo, vacío, en medio de ninguna parte, ni siquiera su cordura lo acompaña.

Me paro de nuevo frente al espejo, miro fijamente y allí lo encuentro, esa persona que nunca se va, fiel a mi, compañero de vida; "No estoy solo", pienso, "Lo tengo a él", y de nuevo vuelvo a equivocarme, así como los niños pequeños cuando creen llevarle la razón a sus padres, así como el más ciego afirma ver el Mundo del revés. Me decido a llevar la razón y me pongo frente por frente al espejo, y lo veo, ahí está; le hablo, incesante en mi deseo de hacer que me comprenda, de creer que el pueda llegar a comprenderme mejor que nadie, él repite una a una las palabras que salen de mi boca, como si por repetir las fuera a comprender mejor, las fuera a grabar para más tarde procesarlas en su intento por entender algo, pero no es así, tan solo se está burlando de mi. Repite cada mueca, cada gesto, cada expresión, nunca se cansa, y a su vez, es el único capaz de decirme "Eres un idiota", "¿Por qué lo haces?", "¿Por qué no paras ya?", el único capaz de darme ese "Golpe de realidad", y de hacerme llorar, y él conmigo. Al verlo no puedo evitar la empatía, la lastima, la compasión, y a su vez el deseo incontrolable de tranquilizarlo, de abrazarlo, de ayudarlo y hacerle ver que yo estoy aquí, que todo va a salir bien, pero él nunca cesa en su llanto, nunca parece escuchar. Por qué no puedo ayudarlo, me pregunto, y sigo ahí, junto a él, viéndolo llorar, a veces reír, otras odiar todo a su paso, pero nunca acercarse a mi. Finalmente dejo mi orgullo a un lado, me acerco a él, no vacila e igualmente se acerca, por dentro voy acumulando un sin fin de emociones, él no huye, no se asusta, siquiera duda un segundo en tocarme, en sentirme. Coloco mi mano junto a la suya, son iguales, nada cambia, pero de golpe me aborda una inmensa sensación al tocarlo, frío, vacío, distancia, y es entonces cuando yo mismo comprendo todas aquellas palabras que solía decirle día tras día, aquello que él nunca llegó a decirme, "Estas solos y eso no va a cambiar".

miércoles, 23 de julio de 2014

El Señor de la Noche.

- Tal vez hoy no esté especialmente inspirado, tal vez hoy solo relleno una página que creí ver en blanco. Es áspero, amargo y a la vez cautivador, ves una hoja vacía y ya sientes el impulso de tener que decorarla, como si estuviera en ti el deber de acabar con su pureza, de romper toda su esencia. Llevas en ti el poder de acabar con todo, de manipular tu entorno, de acabar con aquello que una vez fue, y hoy ya no es nada. No te sientes impotente hacia las cosas que destruyes, o quizás si, quizás solo las deformes por miedo a estas, tal vez solo actúes de manera ruin y despreciable tan solo por supervivencia, la "Ley del más fuerte", la "Ley de los señores". Aquí tu eres Ley, es tu Mundo, tu decides, tu voluntad es todo aquello que rige allá donde alcanza tu vista, siquiera paras a pensar en un por qué, siquiera ves el Caos que tu mismo has creado, quizás no con tu manos, mas es seguro que tu cabeza lo inventó todo. Te piensas Rey, te piensas Dios, creador, dueño y señor de todo cuanto hay, tus ansias no tienen limite, tu paladar no encuentra placer alguno, y tu sed la sangre que derramas a tu paso, sangre que jamas han vertido tus manos, carmín que desprendieron las damas de la noche bajo la luz de una gran vela en el cielo estrellado, sin público para admirarlas, solo una multitud de piedras clavadas en el suelo, grandes piedras con inscripciones, con nombres que jamas recordarás, o al menos tu no.
Pasa el tiempo, crees que avanza todo y no es así, piensas que todo se ha olvidado y no es así. Ya no muestras la elegancia en tus obras, la clase en cada partitura de silencios y sollozos, de gritos ahogados en el frío llanto de los sauces de tu jardín. Te escondes de la luz que un día te hizo libre, que un día te hizo Rey de tu Reino, te refugias en los libros que antaño leías, buscando una salida, una razón de tu existir mediocre, y no la encuentras. Has nacido solo Señor de la Noche, has nacido solo Bastardo, hijo de Lilith, único inmortal entre mortales, has nacido y no puedes perecer, no puedes dejar un pasado que no es tuyo, y por tuyo no es nada, mas ahora ya no hay vuelta atrás, eres leyenda, eres mito, eres saber de las almas perdidas en ti, ni amor hay ya en un cuerpo tan vacío.

martes, 29 de abril de 2014

Alas de presión.

- Es un sentimiento más que puro, divino; es una relación en constante movimiento, no cesa, no aumenta, permanece estable. Cuando entras en una habitación, a oscuras, solo un retrato de lo que no ves, de lo que quieres ver, y de lo que crea tu mente en ese espacio vacío; conservas la cordura, mantienes el ánimo como aquel que espera una sensación inolvidable, no lo logras, pero permaneces en espera. Cuando tocas tus paredes sientes el frío, la dureza, la aspereza de un solido irrompible, inamovible, no al menos con tus delicadas manos; conoces la impotencia, el respeto que te causa aquella Nada, y a la vez no sabes el modo de huir de allí, no quieres hacer nada, y acabas en un profundo dormir.
Poco a poco vas distinguiendo espectros en las sombras que inventas, tu mente pasa de un estado conservativo a un pánico casi incomprensible, sientes sudor gélido en tu cuello y no tiendes a admitir que es tuyo, tu no eres, ya no existes en aquel espacio inexistente, el cuerpo se vuelve la cárcel de los antiguos maestros, y te sientes como volando en ninguna parte, no tienes camino recorrido, ni uno futuro por recorrer; sientes la fobia apoderarse de todo lo que eres, te sientes perdido entre cuatro paredes que por viejas conoces mejor que nadie, te sientes sin sentido ni razón, y no los necesitas, pero progresivamente te ahogas, te vas perdiendo; de nuevo vas despertando de ese sueño, vas más allá de todo, y al mirar otra vez atrás, a tu espalda, ves solo un ala, rota, inservible; y ves al fin la luz, ya no estás encerrado en la oscuridad, todo se vuelve precioso, infinito, inmenso de claridad, pero te quedas en el suelo, no puedes salir de allí, tan solo tienes un ala, y tu cuerpo tiene miedo de ceder ante ti.

sábado, 8 de marzo de 2014

Volviendo.

- Hoy me siento aquí, en mi cuarto, en mi cama, y todo sigue como entonces, nada cambia, y yo sigo aquí. Me siento imbécil de mente y débil de corazón, quiero cambiar y se que nada cambiará, a la vez veo todo en proceso de cambio y no concibo la idea de que pueda pasarme a mi.
Cuando miro ahí fuera, todo sigue igual, todos continúan sus vidas como si nada importara, mas a mi todo me importa ya, y ojalá no fuera así, pienso, pero miento al querer desistir, y me siento atado a todo, me siento terriblemente inútil, mi autoestima roza el límite de la nada y el todo, y se enfrentan cual colosales Titanes en pos de una gran guerra, mas yo sigo soñando solo aquí. Duermo, despierto, y todo acaba volviendo a ser como lo dejé: trágico, borroso, confuso, y perdido de amor...

Mientras...

- No se que es lo que estoy haciendo, el tiempo pasa, yo paso igual que él por mi vida, y todo cambia. Paso vigilando el paisaje, observo, todo cambia, yo me pierdo.
A mi lado se van rompiendo los espejos, los frágiles cristales se pulverizan ante mí, y yo tan solo miro, alelado, perplejo, como se destruyen. Los esquemas que un día hice se emborronan delante mia, yo no pienso en ello, no puedo ni intento siquiera leer alguno de ellos, no me bastan ya. Piso fuerte, con mis pies descalzos de humanidad y me corto, me atraviesan los restos de todo ese desorden, sangro, pero no me quejo, no me oyen al pasar. Las sombras se me acumulan en un vaso de vino, pero yo no bebo, se desborda y va cayendo, cae, mancha el suelo, y todo continúa en un perfecto desperdicio. Compruebo el tiempo en un reloj de Sol, el espacio en una brujula imantada por dos polos opuestos, y mi vida en ese espejo roto en el que me peino. Mi mente se va perdiendo, se desvirtualiza, se apaga, va inventando formas, materia, y esencia. Ya no puede, ya no regresa al Ser, no encuentra el camino de vuelta, dónde todo empezó siendo él, en ese mundo en su mente, siendo pues, Erase una vez...

sábado, 1 de marzo de 2014

¿Qué decirte?

- Qué decirte, por si andas escuchando, observando; qué decirte, por si aún esperas mosqueada, sentada sola en aquel banco del parque, esperando ese beso otra vez.
Te estás volviendo fuerte, o te estás haciendo cada vez más débil, te alegras de olvidar el pasado, o simplemente te escondes para que no te pille, como aquél que juega solo al escondite, como quien no quiere aceptar lo que lleva cargando toda una vida. Qué quieres que te diga si verte hace daño hasta al más fuerte, como si de mi cuerpo entero surgiera un inmenso "Talón de Aquiles", y protegerte fuera un motivo para condenarme a la hoguera por brujería, por loco.
Qué quieres que te diga ahora, que toco un violín azul de tres cuerdas, que me despojé de todo propósito egoísta de tenerte, que llevo un As de Picas en el cuello, para recordarme que no debo mirar atras por nada...

lunes, 17 de febrero de 2014

Sabes...

- Y no sabes el daño que me hacen tus no palabras al viento, cuando olvido todo y al recobrar la consciencia estás ahí. Nunca dejas nada atrás y mientras que yo espero un milagro, en el abismo tu solo caes, y caes, y alargo mi mano pero nunca llegas a cogerla, nunca llego a alcanzarte. Sabes cuántas horas frente a la pantalla dediqué a tu amor, ese amor que esperaba con ansias y melancolía, ese amor al que nunca logré hacer feliz.
Hoy no sabes nada de mi, hoy ya no sabes lo que duelen en mi cabeza tus recuerdos, mi nariz ya no huele el dulce perfume de tu piel, ni contempla tu rostro perplejo, yo ya no se de mi obsesión por tu voz, ni de tus delicados movimientos; hoy ya no sabes lo que hace mi amor por ti, hoy mi amor me impide verte, hoy tu presencia me duele, hoy sigo siendo un grito que, a ciegas, llama mudo a tu amor por mi, amor que hoy ya no conozco, amor que perdí en aquel pequeño país, en aquel laberinto de rosas color carmín...

sábado, 15 de febrero de 2014

Rumor...

- Y se esconde, y se esconde y no vuelve a aparecer, y va madurando escondido donde quiera que esté, y sigue allí. Algo se me perdió, algo se me perdió y no volví a dar con él, algo que necesitaba, un algo que amarga noche tras noche, que me desvela, un algo que me cautivaba y ahora me hace daño.
Quisieras los días vacíos, pero hoy, nena, hoy ya se acabó la partida para ti, hoy los gatos maúllan ensordeciendo a los pasantes, hoy la Luna ya no te sonríe como aquella vez, y en ese momento comprobamos que no era un "Buenas noches", era un "Adiós" infinito, siquiera un "Hasta luego"...

martes, 11 de febrero de 2014

Estados.

- Y no quería hacerlo, lo hice,
y no quería que pasara, pasó.
Era mi manta de frío hielo,
de oscuro metal, de fiel acero;
pues de hielo era la manta que me cubría,
y yo,
era yo un invierno en verano,
y en verano moriría del calor que perdí en invierno.


Musas de Negro.

- Y en mis suspiros encontré tu voz,
y en mi cuerpo las ganas de ese beso,
ese beso acariciante de calor,
ese calor acariciante de deseo.
Pena de tu risa muerta ya en mí,
pena ya de tu muerte en ella,
en mi mente, en mi ser sin haber sido en ti.
Con líneas de gris estruendo,
como aquél espero al que me ve aquí;
escuchas ese silencio en mis latidos,
latidos que ya laten sin sentir.
Ya le queda muy poco a este alma,
ya le queda muy poco por sufrir,
corre cual paloma tras ser en el lodo,
ríe con la mascara aún en la cara,
y llora, y llora, y termina de negro tizón.
Los lirios, las violetas y las rosas,
ya no planto flores en el jardín Edén,
y en el Edén se han quedado a espera todas ellas;
mas yo a las puertas estoy desnudo,
humillado, siendo sin ser un humano,
siendo por ello animal, siendo por ello esclavo.

Una respuesta a un pensamiento tuyo.

- Si pudiera expresar un solo pensamiento en líneas tan amargas como éstas te encontrarías a ti mismo, solo ante un espejo; en ese mismo momento se mantendría la habitación en silencio y la sombra te devolvería el reflejo de aquello que eras y quieres obviar. No ves más que tu desprecio por aquello que no aceptaste ser y se va, con el tiempo, todo se va; y ahí estás tu, solo.

No consigo guardar recuerdo alguno que me haga quedarme despierto, abandono el deseo de la vida, allá donde quedan los sueños; ello desapareció, te quedaste vacío de aquellos sentimientos que guardabas con recelo, no esperas otra ocasión para reencontrarlos.

Tan largo es todo aquello que debo decirte, pero por ahora mi respuesta será breve, defino mis términos entre comillas para poder variar; no soy afín a ninguna regla, mis normas escritas quedaron con lápiz del 2H, y no hay nada en mi de mal que me impida no borrarlas y reescribirlas al azar; mas hoy no me apetece nada, hoy solo me pongo a pensar.

C.S.F


domingo, 9 de febrero de 2014

Una definición para tu.

- Una definición clara y concisa sobre la vida, de mi para tu, de un amigo para un amante, de aquel que ama sin nunca haber sido amado por nadie.
Somos claros cuando nos preguntamos sobre el amor que sentimos, buscamos o queremos cosas concretas, vemos a nuestro ser perfecto dibujado en nuestra cabeza y lo idealizamos de manera que se nos hace divino e irreal. Tendemos a fantasear, a vivir en nuestro mundo como un ser perfecto y único, buscamos una excusa para evadirnos y ahí estamos, fuera de lo común, fuera de lo que realmente nos hace daño. Tus días son en todo iguales, siempre tienes la necesidad de que algún "Alma Gemela" te comprenda y te valore, que con solo mirarla ya conozcas todos sus secretos, y ellas los tuyos, y vuelas entre sueños inalcanzables, dándole largas a futuras promesas que no quieres por sus visibles defectos; el consentirlo te hizo daño, el aguantarlo te hizo engañarte y el quererlo te hizo idiota, tan idiota que te odias, odias en lo que te convertiste por ello y ahí estás, hundido en un vacío inexistente creado por tu propia mente perdida.
Mas un día se escucha una tenue voz.
Soy yo, el que marchita las rosas en otoño,
soy yo, aquel que destierra el amor en el frío del invierno,
somos nosotros los hijos del verano, que jugamos en los mares y ríos del bosque,
somos nosotras las hijas de la primavera, que venimos a conquistar tu corazón, frío y dormido.
Cuando nada quede ya en la senda de oscuras hojas de fresno,
cuando nada quede ya en los templos y en el calor del hogar,
llámame, allí estaré yo, tu único amigo, tu único amante,
llámame y te daré una definición, una breve definición de amor, para tu.